Argentina
por Juliana Laffitte y Manuel Mendanha
colectivo artístico Mondongo
Lic. Nahuel Montes
Grupo de Investigación Instituciones de la Geografía. Centro de Estudios Geo-Socio-Ambientales (CIGSA),
Instituto de Investigación sobre Sociedades, Territorios y Culturas (ISTeC), UNMDP.
En diciembre del 2021 se presentó en el Museo MAR la muestra “Argentina”, montada por el colectivo artístico Mondongo. Se trata de la organización plástica de una secuencia de paneles dispuestos en forma circular, pintados y moldeados con plastilina. Los paisajes que erigen nos invitan a un recorrido por un mundo en descomposición: árboles moribundos, raíces, ramas, depresiones pantanosas, el reflejo diáfano en el agua de un cielo oscurecido. Estos elementos se combinan con presencias desconcertantes como zapatillas, una calavera y, en un panel no incluido en esta ocasión, un helicóptero atrapado en las orillas. El curso del agua está detenido y reúne en su centro una naturaleza que contiene descartes de la cultura.
Los artistas, interpelados por las imágenes que produjeron, han contado que un viaje por la provincia de Entre Ríos los condujo a proponer una reinterpretación creativa sobre los elementos naturales que observaron. El viaje, de esta manera, vuelve a ser el marco a partir del cual se discute con la tradición paisajista. Sospecho que los nuevos viajes remiten a otros desplazamientos que, a su vez, remiten al modelo Humboldtiano como guía para la realización de todo relato que pretendiera captar las impresiones de naturaleza en el tránsito por el espacio. Es este momento romántico en donde la forma paisaje devino en síntesis estética-política-epistemológica para pensar lo americano.
El viaje construye un paisaje que nos conduce a poner en tensión nuestra relación con la otredad, tanto humana como no-humana. En este sentido es que la muestra repite el encuentro con el borde de lo habitable para convertir a la naturaleza en imágenes percibidas. El camino que va del óleo a la plastilina es una manera de acortar la distancia tradicional que el paisaje impuso entre cuerpo y entorno. La objetividad de las reglas de composición de la naturaleza visible es acá interrumpida con la inclusión de los elementos que producen lo incierto. ¿Qué es acaso “la certeza” sino la manera en que le llamamos al control representacional e ideológico de los objetos? La incertidumbre, ¿no es entonces reunir a esos mismo objetos en un todo natural? Si el paisaje era un acto naturalizador, su crítica propone una naturaleza radical en donde se discute el carácter objetivante de la imagen.
El río del litoral acá no fluye como lo hace en poemas y canciones, en cambio teje escenas claustrofóbicas. Las ramas laberínticas son trampas que capturan los restos de los artefactos culturales y configuran una ciénaga -en el sentido en que lo hace Lucrecia Martel- que amenaza con hacer converger en su centro a todas las partes de lo que alguna vez tuvo vida.