Judicialización de la política, construcción mediática y crisis democrática
Por Camila Tessari
El martes de esta semana la Corte Suprema de Justicia de la Nación dió a conocer el fallo por el que se ratificó la condena a Cristina Fernandez de Kirchner en el marco de la causa Grupo Austral. Su nombre mediático, Causa Vialidad, nos hace más sentido y nos trae un puñado de imágenes de tapas de diarios y programas televisivos. Esta, entre otras, es la particularidad de este proceso que inició en el año 2016 y que, aun con la condena confirmada por la tercera instancia, no parece encontrar un punto final. En las próximas líneas intentaré brindar algunas claves analíticas para pensar la Causa Vialidad a partir de la investigación que realicé en el marco de mi tesis de grado en Sociología, entendiéndola como parte de un proceso social y político que viene construyéndose hace una década y que encuentra su cauce en la condena que vio la luz este martes.
Los medios de comunicación tradicionales, las redes sociales e incluso las calles están repletas de sentidos, imágenes y símbolos sobre lo ocurrido este martes. Ante la saturación de sentido del presente, conviene situarnos históricamente. La Causa Vialidad inició en el año 2016 a partir de una denuncia del director de Vialidad Nacional del gobierno de Mauricio Macri, Javier Iguacel. A pedido de los fiscales del caso, Mahiques y Pollicita, al expediente se sumaron dos denuncias realizadas en el año 2008 por Elisa Carrió y en el año 2014 por Margarita Stolbizer. En el procesamiento, se la imputó a Cristina Fernández de Kirchner, entre otros funcionarios y empresarios, por administración fraudulenta en perjuicio del Estado y por el delito de asociación ilícita. Con lentitud y rodeada de otras causas judiciales que rondaban la escena pública de la época, la Causa Vialidad comenzó a perfilarse en los principales medios de comunicación como la vía principal por la que se podría encarcelar a Cristina.
La prensa no sólo fue un vehículo de transmisión de sentidos construidos por otros actores sino también agentes relevantes que construyeron posiciones en torno al debate sobre la causa. Los diarios Clarín y La Nación, a través de editoriales y notas, esgrimieron argumentos y establecieron posiciones en torno a la corrupción en general y a la Causa Vialidad en particular. Estos diarios se caracterizaron por incluir, prácticamente todos los días, al menos dos notas o más noticias asociadas a la corrupción del gobierno kirchnerista incluidas en tapas, en primeras páginas de la entrega impresa y, en muchos casos, en un segmento diferencial de los diarios llamado “corrupción K”. A su vez, en los momentos clave del proceso judicial de la Causa Vialidad los contenidos asociados a corrupción se incrementaron, llegando a ocupar las primeras quince páginas de la versión impresa de las entregas.
En el gráfico 1 vemos la distribución de temáticas de las piezas periodísticas asociadas a la corrupción de los funcionarios de los gobiernos kirchneristas. A partir del año 2017 y hasta el veredicto del año 2022, vemos un pico ascendente de las piezas periodísticas que tratan sobre la Causa Vialidad y sobre la culpabilidad de Cristina Fernández de Kirchner en la misma. En los últimos años, las piezas periodísticas que mencionan casos de corrupción asociados a funcionarios de segunda y tercera línea del kirchnerismo se redujeron considerablemente.

Esto permite pensar el modo en que, hace al menos seis años, la Causa Vialidad viene ocupando un lugar preponderante en la escena pública y mediática. A su vez, el contenido de las piezas periodísticas que trataban la Causa Vialidad tenían una característica central: vincular la misma con otras denuncias realizadas en años posteriores a la ex presidenta y a otros funcionarios y dirigentes sociales, construyendo así la idea de un periodo de gobierno corrupto y deshonesto. Así, hablar de la Causa Vialidad era hablar de la corrupción kirchnerista en su totalidad, utilizando la denuncia como herramienta para deslegitimar no sólo a dirigentes políticos sino también a las luchas sociales que habían sido condensadas y representadas por los gobiernos kirchneristas. Como vemos en el recorte seleccionado, hay una doble operación: vincular la Causa Vialidad con todo el período de gobierno y, por otro lado, asociarlo a otros procesos similares en la región.

Resulta interesante, además, observar qué ocurre con las autorías de las piezas periodísticas de estos diarios. La relación entre periodistas y piezas periodísticas no es de igual distribución sino que podemos identificar una concentración de las autorías mencionando los primeros tres autores que condensan casi el 40% de las piezas: el 24,7% (66) de las mismas son de autoría de Lucía Salinas, el 7,5% (20) por Daniel Santoro y el 4,8% (13) por Nicolas Wiñazki. Algo similar sucede en el caso de La Nación donde, de entre treinta periodistas, el 17,3% (23) del total de las piezas son de autoría de Hernán Cappiello, el 11,85% (16) son escritas por Hugo Alconada Mon y el 9,62% (13) por Candela Ini[1]. Esta concentración de las autorías que, a priori, pueden resultar del curso natural del funcionamiento de los diarios, resulta relevante cuando se pone la lupa sobre las trayectorias de los periodistas. La mayoría de ellos construyeron trayectorias de legitimidad en la lucha anticorrupción no sólo a través de publicaciones periodísticas en los diarios mencionados sino también a partir de su desarrollo público. Con mayor o menor renombre, los periodistas que concentran las autorías de estas notas también publicaron libros vinculados a la corrupción y realizaron denuncias mediáticas y judiciales que les permitieron acaparar el debate y condensar las posiciones de quienes anunciaban la condena de Cristina. La publicación de la justificación del fallo condenatorio en el año 2023 cristalizó y legitimó una verdad construida previamente que fortaleció simbólicamente las posiciones de quienes denunciaron y condujo al descrédito y deslegitimación del proyecto político kirchnerista en su totalidad. De este modo, la inscripción del fallo en la construcción de sentido sobre la corrupción funciona de manera casi automática en lo sostenido por parte de algunos medios de comunicación. El texto que justifica el fallo condenatorio no sanciona únicamente por la causa tratada: construye una percepción de Cristina Fernández de Kirchner y del período de gobierno kirchnerista en su totalidad. En los argumentos utilizados se encuentran coincidencias con las líneas editoriales de los diarios Clarín y La Nación, sobre todo con respecto a la defensa pública y jurídica de Cristina. A modo ilustrativo respecto de la idea de lawfare, la argumentación del tribunal parecía estar escrita años antes en letra de molde.

La Causa Vialidad se enmarca en un proceso histórico de judicialización de la política que construye una lógica de denuncia hacia líderes políticos y dirigentes sociales con el fin de desarticular procesos de luchas sociales. Esto tiene su contracara en una creciente politización de la justicia que pone en riesgo la división de poderes y el funcionamiento de la democracia como lo conocemos. Para impedir esto, resulta necesario reconstruir los sentidos sobre lo ocurrido e identificar el entramado de actores (jueces, periodistas, políticos) que no es novedoso sino que viene conformándose hace al menos una década.
[1] Datos de elaboración propia a partir de Clarín y La Nación.